La segunda edición del Festival Ruido promete un completo panorama de la música experimental
Las salas del Centro Cultural Kirchner volverán a vibrar este fin de semana con la segunda edición del festival de música experimental Ruido, que reúne a artistas locales de vanguardia con invitados de Chile, Uruguay y Francia. Del viernes 9 al domingo 11, el evento sumará más de veinte horas de conciertos entre los que se incluye una actuación en vivo del legendario conjunto Reynols, la primera presentación en el continente de una pieza de la destacada compositora avant-garde Éliane Radigue, además de una feria de discos y publicaciones, un karaoke abierto y un taller de improvisación colectiva.
Producido por el Centro Cultural Kirchner junto al Centro de Arte Sonoro (CASo) del Ministerio de Cultura de la Nación, el festival cuenta para esta ocasión con el apoyo de la Embajada de Francia, el Institut Français de Argentina, la Embajada de Chile en Argentina, el Centro Cultural Matta, Tsonami Arte Sonoro Chile, la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay, la Embajada de Uruguay en Argentina, Amplify Digital Arts Initiative y el British Council. Todos los conciertos serán presenciales y gratuitos. En el caso de las actividades que se desarrollen en el Auditorio Nacional y la Sala Argentina, las entradas pueden reservarse en la página del CCK. La programación también podrá escucharse en vivo desde todo el país a través de Radio CASo, en un programa continuado que incluirá entrevistas a músicos e invitados.
Si bien persigue propuestas de riesgo musical y sonoro, Ruido se caracteriza por una programación que apela a diferentes audiencias. “Buscamos activamente la mezcla de estilos y de escenas. Es un festival de música experimental en el sentido más amplio, a diferencia de otros festivales que quizás se limitan a una vertiente en particular. La idea es romper un poco los nichos y que el público se encuentre con cosas que quizás de otro modo no conocerían”, dice Javier Areal Vélez, director de Ruido, que además de festival es un ciclo que desde 2017 incentiva el desarrollo de las expresiones artísticas más arriesgadas de Argentina, en un diálogo con destacadas visitas internacionales. Entre otros, se han presentado por primera vez en el país Xiu Xiu, Bill Orcutt, Los Pirañas, Mark Fell y Julien Desprez.
Desde Chile llegarán tres artistas que crean sonidos y música a partir de objetos cotidianos. La artista Bárbara González presentará un concierto lumínico-sonoro site-specific para instrumentos, juguetes a cuerda, circuitos electrónicos caseros, radios y electrodomésticos. Rodrigo Araya traerá una obra performática, instalativa y audiovisual que explora las conexiones entre el sonido, la luz y diferentes fenómenos físicos y materiales. En una línea similar, Fernando Godoy propone una experiencia de inmersión a partir de la luz y el sonido en una instalación performática que incluye motores y dispositivos cinéticos en interacción con objetos cotidianos. Desde Uruguay, el dúo electrónico Camposanto hará subir los decibeles con sus cajas de ritmos, sintetizadores, samplers, pedales y voces.
Además de la presencia extranjera, habrá performances del luthier electrónico j.crowe, la cantante MARAX, el ruidista Pablo Reche y el guitarrista Jorge Espinal. El viernes a las 19 horas, el histórico conjunto local Reynols se presentará una vez más en Buenos Aires en su formación como cuarteto con Miguel Tomasín, Alan Courtis, Rob y Pacu Conlazo. El festival también le da un espacio importante a las nuevas producciones de Sol Rezza, El Estrecho y Gabriela Areal, la primera ópera de YOTO y las obras audiovisuales que ha encargado para esta edición al artista sonoro y percusionista ARO –que estrenará Lana de acero– y QOA, que realizará una intervención sonoro-lumínica cuadrafónica en la Cúpula del CC Kirchner.
“Trabajé este encargo a partir de una pregunta por el espacio y el tiempo que ocupa el sonido. Busco investigar la propiedad que tiene el sonido de hacer perceptible espacialmente el tiempo, subdividirlo, estirarlo, hacerlo eterno o diminuto. Para esto utilizo un sintetizador –con el que puedo jugar muy materialmente con el sonido, dándole forma, estirarlo, condensarlo– y el arpa de un piano, cuyas resonancias posibilitan que las frecuencias se expandan por el espacio. A esto se suma lo performativo, lo procesual de ese momento específico de conversar con el arpa, con el sinte, con el espacio de la cúpula, con sus resonancias, con las personas que ahí estén y con el tiempo”, le explica la artista a Infobae Cultura sobre este trabajo que estará estrenando el fin de semana.
YOTO, músico experimental y artista visual cordobés radicado en Buenos Aires, estará estrenando Alquiler, una obra conceptual que incorpora elementos dramáticos y escénicos a su habitual performance en vivo. “Es una historia contada a través de canciones, pero de una forma no convencional, a través de música electrónica, samples y voces. Le añadí la dimensión escénica porque quería aprovechar el espacio y hacer algo distinto a lo que venía haciendo en vivo. Y así también aprovecho la diferencia de los personajes para darles un color sonoro contrastante y un clima particular según el desarrollo de la historia”, le comenta el artista a este medio. Su actuación en el CCK suma una máscara (Jazmín Kullock), una puerta escénica (Guido Orlando Contraffatti) y los videos de Tobías Martín García y Victoria Barca.
Para el domingo llegará uno de los momentos más esperados del festival, cuando el músico francés Frédéric Blondy salga al escenario de la Ballena del CCK para la primera interpretación de música de Éliane Radigue en la Argentina, una de las pioneras de la música para sintetizadores. “Su música siempre se desarrolla por transmisión oral en discusión con los intérpretes a quienes está dedicada la obra. En esta composición el concepto inicial es como un largo y lento ascenso desde las profundidades abisales del océano. Todo el ciclo Occam está relacionado con el agua, para ella el océano es una imagen metafórica perfecta del mundo de ondas en el que vivimos”, le dice Blondy a Infobae Cultura sobre su colaboración con Radigue, quien desde el año 2000 solo compone para instrumentos acústicos.
“El primer ensayo para esta obra para órgano tuvo lugar en la iglesia Saint-Merry de París, un edificio gótico de principios del siglo XVI. Éliane insistió en ver de cerca el instrumento para observar cómo funciona y cómo se maneja. A pesar de sus 88 años de entonces, subió conmigo los cien escalones angostos que dan acceso a la galería del órgano. Se quedó en la nave de la iglesia y tomó notas mientras yo tocaba y me daba sus comentarios para que pudiéramos arreglar la estructura de la obra”, recuerda el pianista, organista y compositor francés, director artístico de la Orquesta de Nuevas Creaciones, Experimentaciones e Improvisaciones Musicales.
“La música de Éliane es siempre una experiencia contemplativa muy fuerte y profunda con una gran dimensión espiritual. Tocar Occam XXV es para mí cada vez como un gran viaje maravilloso”, le dice Blondy a Infobae Cultura acerca de la interpretación de esta pieza en vivo. El músico arribó al país varios días antes de su concierto para adaptar los sonidos del instrumento al gran órgano Klais del Auditorio Nacional. “El trabajo se basa exclusivamente en la aparición de armónicos, subarmónicos y latidos (ritmos) de frecuencias. Para producirlos necesito adaptar la música a cada órgano y sala porque son todos muy diferentes y los fenómenos acústicos suceden de manera única en cada lugar”, explica Blondy. Acompañando este concierto se editará OCCAM Ocean. La música de Éliane Radigue por sus intérpretes, primera publicación en castellano sobre la compositora francesa.